Síntomas de embarazo / Cambios en la mujer
Síntomas de embarazo
Los síntomas del embarazo que experimenta cada mujer pueden aparecer en
momentos distintos y con mayor o menor intensidad en función de las condiciones
de cada una.
Hay quienes
sienten cambios en su organismo desde los primeros días y quienes no notan nada
diferente hasta un estadio más avanzado de la gestación.
A continuación, vamos a nombrar los síntomas más comunes del embarazo:
Ausencia de menstruación por la interrupción de los ciclos menstruales.
Aumento de peso a medida que avanza la gestación.
Náuseas y vómitos en el primer trimestre.
Hinchazón y pesadez en abdomen, piernas, cara y pies, más pronunciados en los últimos meses.
Cansancio, sueño y fatiga.
Ganas frecuentes de orinar.
Mayor retención de líquidos.
Cambios en la forma, sensibilidad y tamaño de pechos y pezones. Estos cambios se producen en miras de la futura lactancia materna.
Mayor sensibilidad olfativa, aumento del apetito y aparición de antojos.
Aparición de estrías debido al crecimiento abdominal.
Éstos son síntomas generales del embarazo, pero la variación de hormonas puede afectar de forma diferente en cada embarazada y derivar en síntomas distintos.
En el tercer mes de embarazo, los síntomas molestos de
embarazo empiezan a desaparecer poco a poco, como las náuseas y los vómitos. No
obstante, éstos todavía estarán presentes hasta desaparecer por completo en el
cuarto mes de gestación.
Los síntomas más característicos en la madre con 3 meses de embarazo son los siguientes:
Los pechos aumentan de volumen. La aureola empieza a endurecerse y adquirir un color más amoratado. También las venas de alrededor del seno se vuelven más marcadas.
La barriga empieza a abultarse. El útero aumenta de tamaño y empieza a sobresalir de su localización en la cavidad pélvica. Al final del tercer mes, el embarazo ya puede apreciarse a simple vista en la mayoría de mujeres.
Es normal tener un aumento de peso entre 1 y 2 kg aproximadamente, por lo que puede que sea necesario comenzar a usar ropa premamá.
Molestias abdominales por el estiramiento de la placenta y de los músculos de la pelvis.
La piel se vuelve suave y brillante debido al aumento de sangre y a las hormonas. También es posible que aparezca acné.
Hay riesgo de sufrir cloasma gravídico (manchas solares en la piel). Por tanto, es recomendable aplicar una crema solar con alta protección.
El aumento de flujo sanguíneo y la dilatación de los capilares pueden provocar la aparición de arañas vasculares o nevo arácneo en el pecho y las piernas.
Las uñas y el pelo crecen más rápidamente y se fortalecen.
Molestias gastrointestinales: acidez, ardor, gases y/o estreñimiento
Calambres en las piernas debido a la compresión del útero en las venas.
Síntomas en el tercer mes del embarazo |
Por lo que respecta a las emociones, es posible que,
debido a los cambios hormonales, la embarazada esté más sensible de lo
habitual. Es frecuente que la mujer tenga cambios repentinos de humor, rompa a
llorar sin motivo, esté más cansada o tenga más sueño que antes del embarazo.
Además, la futura madre siente con mayor intensidad la
presencia de su bebé en su interior, aunque todavía no note sus movimientos.
Cuarto mes
En este mes del embarazo, la barriga sigue aumentando su volumen y va cogiendo forma. Es común que la panza ya se note debido a que el útero va creciendo y ascendiendo hacia la cavidad abdominal, llegando hasta debajo del ombligo aproximadamente.
Este crecimiento hace que haya dolores en el abdomen y que la vejiga se comprima, cosa que hace que sea más frecuente la necesidad de orinar. También pueden comprimirse los nervios de las piernas y producirse calambres nocturnos.
El pecho también sufre cambios, ya que el tamaño de los pezones aumenta, la areola se oscurece y se notan más venas por cambios en el flujo sanguíneo de la madre. Estas alteraciones vasculares también pueden provocar el sangrado de las encías y de la nariz, conocidos como gingivorragia y epistaxis, respectivamente.
Embarazada de cuatro meses |
Este mes está caracterizado por una estabilización de las hormonas. En comparación con el mes anterior, los niveles de la gonadotrofina coriónica humana (subunidad beta-hCG) han disminuido y los de estrógenos y progesterona siguen aumentando. Esta estabilización hace que las náuseas y vómitos se reduzcan o incluso desaparezcan.
El aumento de los estrógenos y progesterona provocará, al final de este mes, un aumento en la producción de melanina. Éste vendrá acompañado de la aparición de lunares y de la línea alba, que es un oscurecimiento lineal de la piel que va del pubis al ombligo o, a veces, hasta más arriba.
Los cambios hormonales también son los culpables de que en este momento del embarazo empiecen a ser frecuentes los despistes. Se debe a que se producen cambios estructurales en el cerebro con el objetivo de prepararse para la maternidad.
Las emociones también se estabilizan y suele predominar un carácter más positivo y tranquilo. El miedo a perder el bebé disminuye, ya que los órganos vitales de éste ya están formados y la placenta ha completado su desarrollo.
Quinto mes del embarazo
Lo habitual es que aumentes entre
2,5 y 5 kg de peso en esta etapa del embarazo y notes tus piernas y tobillos
más hinchados. La ganancia de peso puede provocarte más cansancio y sensación
de pesadez. Dichos síntomas se pueden ver agudizados por el aumento de la
presión intraabdominal, la cual puede provocar que se respire de otra manera,
agravando la sensación de fatiga.
El aumento en el tamaño de los
pechos es debido a que las hormonas empiezan a preparar las glándulas mamarias
para que éstas comiencen a producir la leche materna. La areolas que rodean el pezón se
tornan más oscuras y las venas se marcan cada vez más. Es probable que en este
mes ya sea necesario recurrir a sujetadores de lactancia o, al menos, de un
tallaje más grande.
A pesar de que el feto, en esta
época de embarazo, no supera los 300 g de peso, su crecimiento ya puede
comenzar a afectar a tu organismo. Puedes notar alteraciones en tu columna
vertebral, que te provoquen la necesidad de cambiar tus posturas habituales o
incluso sentirte más torpe al andar por el desequilibro que puede provocar el
crecimiento del futuro bebé.
Síntomas comunes del 5 mes del embarazo |
También puede ser normal que la
embarazada note mayor sensación de sed, por lo que se recomienda aumentar el
consumo de líquidos al día, así como evitar retener la orina. Estas prácticas
son muy beneficiosas para impedir infecciones urinarias que puedan provocar
complicaciones en el embarazo.
Estos son otros de los síntomas más
habituales en mujeres embarazadas de cinco meses:
Ciática:
es
la inflamación del nervio ciático, en la parte baja de la espalda que puede
prolongarse hasta el pie. La hormona relaxina, encargada de producir la
distensión de los ligamentos para favorecer la expansión del útero, puede
provocar, a su vez, esta molestia.
Calambres:
son
contracciones musculares involuntarias que aparecen mayoritariamente en las
piernas por la expansión de las paredes del útero. Debido a la presión que esto
puede provocar en los nervios y vasos sanguíneos de las extremidades inferiores
se producen los calambres.
Estreñimiento:
es
uno de los trastornos más típicos del embarazo. Como consecuencia de los
cambios hormonales se produce la ralentización de los movimientos intestinales.
Hemorroides:
es
un trastorno circulatorio provocado por la dilatación de las venas del recto.
En gran medida está asociado al estreñimiento.
Ardor
estomacal: viene causado por el reflujo de los ácidos
estomacales hacia el esófago. La lentitud del vaciado estomacal provocado por
la progesterona, así como la presión ejercida sobre las paredes del estómago
por la expansión del útero, contribuyen a producir esta dolencia.
Palpitaciones y taquicardia: el incremento del flujo sanguíneo, necesario para soportar el crecimiento del bebé, obliga a que el corazón soporte más trabajo. Debido a esto, se pueden producir pequeñas alteraciones en su funcionamiento.
Sexto mes de embarazo
Los síntomas sufridos en meses anteriores se agudizan en el sexto mes de embarazo. A continuación comentamos algunos de ellos:
Estrías: la piel se estira de una forma mucho más evidente por el crecimiento del bebé, lo cual puede producir picores y estrías.
Manchas en la piel: pueden aparecer manchas debido al aumento de estrógenos. Estas hormonas activan a los melanocitos: las células que producen la melanina. Estas zonas más oscuras, especialmente en el rostro, son conocidas como cloasma o máscara del embarazo.
Mayor frecuencia de micción: los movimientos del bebé son mucho más marcados que en el anterior mes dado que cada vez va teniendo menos espacio. Ello, a su vez, provoca que ejerza cada vez más presión sobre la vejiga, por lo que la necesidad de micción aumenta.
Problemas de espalda: el peso del liquido amniótico, la placenta y el propio feto pueden provocar en la embarazada problemas de espalda.
Aparición del calostro: este líquido es el precursor de la leche materna y es producido por las glándulas mamarias unos meses antes y unos días después del parto. Las pérdidas de calostro pueden darse en cualquier momento del día y son normales. Pueden emplearse discos protectores sobre los pezones para evitar marchar la ropa.
Síntomas en la embarazada a los 6 meses de gestación |
Séptimo mes del embarazo
Llegados a esta etapa del embarazo y
hasta casi prácticamente el momento del parto, los síntomas más típicos son:
·
Cansancio
y agotamiento
·
Estrías
·
Dolor
de espalda
·
Estreñimiento
·
Insomnio
síntomas en la embarazada a los 7 meses de gestación |
Las molestias en este mes de
embarazo son muy similares a las de meses anteriores, aunque suelen presentarse
de forma más aguda.
En conjunto, el peso del bebé, la
placenta, el útero y el liquido amniótico,
puede llegar a superar los 6 kg. Esto hace que cueste mucho más realizar
cualquier tarea rutinaria por el exceso de peso que
se debe soportar, lo cual le puede provocar sensación de torpeza. Por ello, es
importante ser precavida y llevar especial cuidado al andar o bajar y subir
escaleras para evitar accidentes.
El cambio más evidente en el físico
de la mujer es el aumento del volumen del vientre, pues el bebé está
prácticamente formado y en estos últimos meses se dedica, casi exclusivamente,
a ganar peso y tamaño.
En este último trimestre, la
placenta aumenta la demanda de flujo sanguíneo para asegurar una buena
alimentación y aporte nutricional al feto. Esto, consecuentemente, aumenta
el trabajo
cardíaco que
ha de ejercer el corazón, ya que el volumen de sangre circulante en la madre
puede aumentar hasta un 50% de su volumen habitual. Esto puede provocar:
·
Edemas
·
Varices
·
Problemas
de tensión
·
Mareos
·
Lipotimias
Debido a los síntomas anteriormente
nombrados, es probable que durante este mes, la retención de líquidos se manifieste de manera más
marcada. Es muy común notar las piernas más hinchadas, especialmente la zona de
las pantorrillas, tobillos y pies.
Estado de ánimo
Es muy normal que, a partir de este séptimo mes, la embarazada comience a encontrarse más sensible anímicamente. No obstante, este aspecto depende del carácter de cada persona y de cómo se desarrolla el embarazo.
Los cambios emocionales son mucho más bruscos, no solo por el desajuste hormonal, sino porque el agotamiento que el embarazo conlleva comienza a hacer mella en el ánimo de la futura madre. Además, el momento del parto ya no se contempla tan lejano y, por tanto, es lógico que comiencen a aflorar miedos y preocupaciones sobre cuándo y cómo se producirá el nacimiento.
Octavo mes
En el octavo mes de gestación, es
posible que, de vez en cuando, el vientre se endurezca como consecuencia de las
llamadas contracciones
de Braxton-Hicks,
lo que es síntoma de que el útero se prepara para el parto.
El volumen del vientre va
dificultando el movimiento y puede hacer que la mujer se canse más al andar, en
la práctica de cualquier actividad rutinaria o incluso hablando. El dolor de espalda y
de piernas puede ser más intensos a partir de este mes.
El aumento de peso en la mujer es más evidente a partir de ahora, pues en conjunto puede estar cargando más de 8 kg de peso extra entre:
Feto.
Placenta.
Útero.
liquido amniótico.
Peso del crecimiento de los pechos.
En caso de que el bebé ya esté
colocado boca abajo para el momento del parto, es normal que la embarazada note
que las caderas y la pelvis se van ensanchando para preparar el nacimiento.
Ello hace que caminar sea un poco incómodo.
El feto se coloca boca abajo a partir del 8 mes de embarazo |
El útero alcanza su grado máximo de
expansión y puede incluso llegar a situarse muy próximo al esternón, lo cual
provoca que el estómago esté mucho más comprimido. Debido a esto, la acidez o
el ardor pueden sufrirse de manera más notoria.
Por su parte, la vejiga y los
intestinos también sufren la falta de espacio provocada por el crecimiento del
bebé. La frecuencia de micción y el estreñimiento se
agudizan.
Existen posibilidades de
sufrir calambres
en las piernas, que soportan un peso extra muy grande. Para
evitar los calambres, que pueden ser dolorosos, toma alimentos ricos en calcio
y hazte masajes diarios. También es recomendable dormir con los pies un poco
elevados.
Afortunadamente, no todos los
síntomas que se producen en este periodo son molestos. Por ejemplo: es muy
normal que la mujer se note el cabello más abundante y voluminoso debido al
cambio hormonal.
Por último, los cambios de humor y la
ansiedad suelen acentuarse en este momento. Los deseos de
que llegue el parto se mezclan con el miedo. Estas sensaciones pueden afectarte
al sueño y provocarte insomnio.
Cambios en la mujer
Debido a los fuertes cambios hormonales y todos los procesos que están ocurriendo en el vientre, es posible notar repentinos cambios de humor o un aumento de la sensibilidad y/o irritabilidad.
Molestias del segundo mes del embarazo |
Asimismo, es posible que empiecen a aparecer variaciones en el
sentido del gusto, por lo que la mujer puede cambiar sus preferencias por la
comida, así como un aumento del apetito y los antojos.
El pecho empieza a agrandarse y pueden aparecer molestias o dolor, ya que están más sensibles. También empezarán a distinguirse en la areola del pezón unos pequeños nódulos o granitos llamados tubérculos de Montgomery.
Noveno mes
La situación de la futura madre en
el noveno mes de de embarazo es muy similar a la de las semanas anteriores.
Ahora bien: las molestias se han acentuado por el estado tan avanzado de la
gestación.
Si el bebé ya ha adoptado la
posición cefálica en el útero, la madre puede notar cierto alivio, pues la
presión sobre el estómago es menor. Sin embargo, los pies se sitúan bajo el
esternón, lo cual hace que las patadas sean muy molestas y la respiración se
haga difícil. A su vez, la cabeza presiona fuertemente la vejiga y aumenta la
frecuencia de micción.
Es muy probable que la hinchazón y la retención de
líquidos se vean agravadas si además se está en una
estación calurosa. Es muy normal notar los pies y tobillos excesivamente
hinchados.
Una molestia muy común es el síndrome del túnel carpiano. Esta dolencia está provocada por la hinchazón de los nervios de las extremidades superiores y la acumulación de líquido, que provoca dolor y entumecimiento en las muñecas.
Molestias y dolores más comunes en el noveno mes de gestación |
Es normal que el ombligo sobresalga
como consecuencia del estiramiento de la piel del vientre. Unos meses después
del nacimiento, la piel, los músculos y el útero volverán a su posición normal
y el ombligo se situará de nuevo hacia dentro del abdomen.
En este mes de embarazo, lo esperable es haber aumentado entre 10 y 14 kg de peso, por lo que es normal que los dolores de espalda, los calambres, las molestias en la pelvis y el cansancio se sientan con mayor facilidad. Para mitigar estas molestias es bueno realizar este tipo de ejercicios:
Pilates
Yoga
Natación para embarazadas
Estiramientos de columna
Movimientos para ejercitar la zona de la pelvis |
También es muy común padecer insomnio, ya
que la mujer necesita levantarse varias veces a lo largo de la noche para
orinar. Además, los cambios hormonales también disminuyen el sueño profundo,
que es el que permite descansar.
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