Desarrollo del embarazo / 4 mes

 ¿Qué sucede en el cuarto mes del embarazo?

El cuarto mes de embarazo marca el inicio del segundo trimestre y abarca de la semana 13 a la 16 de gestación. Las probabilidades de que haya un aborto son menores y los síntomas de la madre son más llevaderos, ya que se reducen las náuseas.

El feto seguirá su desarrollo y pasará de medir unos 8 cm a unos 18 cm y aumentará su peso aproximadamente hasta los 100 g. En algunos casos, ya se podrá distinguir si es niño o niña mediante una ecografía.


Cambios en el bebé

Durante este mes suceden importantes cambios en el embrión:

Crece desde unos 8 cm de longitud al inicio del cuarto mes de embarazo hasta aproximadamente 18 cm al final.

El peso también aumenta y al final del cuarto mes el feto pesa aproximadamente 100 g.

Desarrollo del feto durante el cuarto mes de embarazo

En este mes, el futuro bebé ya es capaz de gesticular y realizar más movimientos. A continuación veremos cómo se va desarrollando el feto semana a semana:


Semana 13 de embarazo

A partir de esta semana, el tejido cartilaginoso empezará a osificarse, es decir, empezarán a endurecerse los huesos. Por otra parte, los riñones del feto ya son funcionales y empiezan a formar orina.

Además, durante la decimotercera semana empieza a extenderse en el feto un vello que acabará cubriéndole casi por completo el cuerpo, conocido como lanugo. Empezará en las cejas y el bigote, le ayudará a conservar el calor corporal y suele caerse antes del nacimiento.

 

Semana 14 de embarazo

A las catorce semanas crece una pequeña cantidad de pelo en la cabeza y se forman las cejas.

El oído externo se desplaza hacia arriba, hasta cerca de su posición definitiva en la cabeza. Los ojos son enormes, cerrados y separados entre sí. Sin embargo, éstos se han acercado un poco respecto al mes anterior, el cuello se ha alargado y la forma de su cara ya es casi perfecta. Además, se empiezan a ver algunos pequeños gestos faciales.

Sus brazos también han crecido y ahora están más proporcionados con el resto del cuerpo. En este punto del desarrollo ya tiene uñas en las manos.

Su hígado es muy grande respecto al resto de órganos internos debido a que es el encargado de fabricar células sanguíneas. A partir de esta semana, la médula colaborará en esta función, pero el hígado seguirá siendo imprescindible para llevarla a cabo. Cuando el bebé nazca, será la médula la encargada de realizarla.

El intestino comienza a llenarse de una sustancia espesa denominada meconio, que está formada por bilis, moco y otras secreciones.

En este momento del desarrollo, el feto ya se mueve bastante y tiene mucho espacio en el útero para moverse libremente.


Semana 15 de embarazo

Con quince semanas, el pelo de la cabeza y las cejas se hace más grueso. Sus movimientos siguen aumentando e incluso se puede apreciar cómo abre y cierra los puños de las manos.

También se identifican muchos gestos, como bostezar o abrir y cerrar la boca. Los músculos de la cara ya ejercitan el movimiento de succionar, por lo que puede empezar a chuparse el pulgar. Así prepara sus músculos para alimentarse de la leche materna cuando nazca.

Si el futuro bebé posee los genes para el pelo oscuro, las células pigmentarias de los folículos pilosos comienzan a producir el pigmento negro.

Todavía tiene los ojos cerrados, pero ya se están formando las estructuras oculares que le permitirán ver cuando nazca.

Los sistemas circulatorio y urinario del futuro bebé ya son funcionales y sus pulmones, aunque no respire aire, también están activos.


Semana 16 de embarazo

A partir de la semana 16, el cuerpo del feto prosigue su desarrollo y crece mucho. La cabeza y el cuerpo se vuelven más proporcionados y el cuello toma forma.

Cada vez se mueve más y algunos de estos movimientos ya están controlados por el cerebro. El sistema nervioso empieza a ser funcional, y una prueba de ello es que aparece el reflejo de presión, que consiste en agarrarse a cualquier objeto que toque su palma de la mano.

Empieza a desarrollarse el sentido del tacto. Además, aparecen los pliegues epidérmicos en las palmas de las manos y en los dedos, que serán sus huellas dactilares.

Sus ojos siguen cerrados, pero es capaz de moverlos.

 


Bibliografía:

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