Factores de riesgo durante el embarazo
Factores de riesgo durante el embarazo
Los factores que generan riesgo para el embarazo se
pueden dividir en cuatro categorías:
Problemas de salud existentes
Edad
Factores de estilo de vida
Condiciones del embarazo
Problemas de salud existentes
Presión arterial alta: Si bien la presión arterial
alta puede ser riesgosa para la madre y el feto, muchas mujeres con presión
arterial alta tienen embarazos e hijos saludables. La presión arterial alta no
controlada, sin embargo, puede provocar daño en los riñones de la madre y
aumentar el riesgo de tener preeclampsia o
un bebé con peso bajo.
Síndrome del ovario poliquístico: El síndrome del ovario poliquístico (PCOS por sus siglas en inglés) es un
trastorno que puede interferir en la capacidad de una mujer de quedar
embarazada y mantener el embarazo. El PCOS puede provocar tasas más altas de
aborto natural (pérdida espontánea del feto antes de las 20 semanas de
gestación), diabetes gestacional, preeclampsia y parto prematuro.
Diabetes: Es importante que las
mujeres con diabetes controlen sus niveles de azúcar en la sangre antes de
quedar embarazadas. Los niveles altos de azúcar en la sangre pueden provocar
defectos de nacimiento durante las primeras semanas de embarazo, con frecuencia
incluso antes de que la mujer sepa que está embarazada. Controlar los niveles
de azúcar en la sangre y tomar un complejo vitamínico con 40 microgramos de
ácido fólico todos los días puede ayudar a reducir este riesgo.
Enfermedad renal: Las mujeres con
enfermedad renal con frecuencia tienen dificultad para quedar embarazadas y
cualquier embarazo corre un riesgo significativo de aborto espontáneo. Las
mujeres con enfermedades renales requieren tratamientos adicionales, cambios en
la dieta y los medicamentos, y visitas frecuentes al médico.
Enfermedad autoinmune: Las enfermedades autoinmunes
incluyen enfermedades como el lupus y la esclerosis múltiple. Algunas
enfermedades autoinmunes pueden aumentar el riesgo de una mujer de tener
problemas durante el embarazo. Por ejemplo, el lupus puede aumentar el riesgo
de parto prematuro y nacimiento de un niño muerto. Algunas mujeres podrían
observar que sus síntomas mejoran durante el embarazo, en tanto que otras
sufren empujes y enfrentan otros desafíos. Determinados medicamentos para
tratar las enfermedades autoinmunes también podrían ser dañinos para el feto.
Enfermedad de la tiroides: No tener bajo control los
problemas de tiroides (glándula pequeña en el cuello que produce hormonas que
regulan el ritmo cardíaco y la presión arterial), como una tiroides hiperactiva
o hipoactiva, puede causar problemas en el feto como insuficiencia cardíaca,
poco aumento de peso y defectos de nacimiento.
Infertilidad: Varios estudios descubrieron
que las mujeres que toman medicamentos que aumentan las probabilidades de un
embarazo son significativamente más propensas a tener complicaciones en el
embarazo que las mujeres que quedan embarazadas sin ayuda. Estas complicaciones
con frecuencia involucran a la placenta (el órgano que conecta al feto con la
madre) y sangrado vaginal
Obesidad: La obesidad puede tornar más
difícil un embarazo, al aumentar la probabilidad de que una mujer
desarrolle diabetesdurante
el embarazo, lo que contribuye a los partos difíciles.Por
otro lado, algunas mujeres pesan demasiado poco para su propia salud y la salud
del feto en desarrollo. En 2009, el Instituto de Medicina actualizó sus
recomendaciones sobre el aumento de peso durante el embarazo. Las
nuevas recomendaciones del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG
por sus siglas en inglés) sugieren que las mujeres con sobrepeso y obesidad
podrían aumentar incluso menos peso del que se recomienda e incluso así tener
un bebé saludable.
VIH/SIDA:
El VIH/SIDA daña las células
del sistema inmunitario, lo que les dificulta combatir las infecciones y
determinados cánceres. Las mujeres pueden transmitir el virus al feto durante
el embarazo; la transmisión también puede darse durante el trabajo de parto y
el parto, o a través de la leche materna. Afortunadamente, hay tratamientos
efectivos para reducir la transmisión del VIH de la madre al feto, al recién
nacido o al bebé. Las mujeres con cargas virales muy bajas podrían tener un
parto vaginal con un bajo riesgo de transmisión. Una opción para las mujeres
embarazadas con cargas virales (cantidad de VIH activo en la sangre) más altas
es un parto por cesárea, el cual reduce el riesgo de transmitir el VIH al bebé
durante el trabajo de parto y el parto. Es importante recibir cuidados
prenatales tempranos y regulares. Las mujeres que toman medicamentos para
tratar el VIH y tienen un parto por cesárea pueden reducir el riesgo de
transmisión a un 2%.
Edad
Embarazo adolescente.: Las adolescentes
embarazadas son más propensas a desarrollar presión arterial alta y anemia
(falta de glóbulos rojos saludables) y comenzar el trabajo de parto antes que
las mujeres de más edad. Las adolescentes también podrían estar expuestas a
enfermedades de transmisión sexual o infecciones que podrían afectar el
embarazo. Las adolescentes
podrían ser menos propensas a recibir cuidados prenatales o a visitar a un
profesional de la salud de manera regular durante el embarazo para evaluar los
riesgos, garantizar una buena salud y entender qué medicamentos y fármacos
pueden usar.
Primer embarazo después de
los 35 años: Las madres primerizas de más edad pueden tener embarazos normales, pero
las investigaciones indican que estas mujeres corren más riesgo de tener
Un
parto por cesárea (cuando el recién nacido nace a través de una incisión
quirúrgica en el abdomen de la madre)
Complicaciones
en el parto, incluido sangrado excesivo durante el trabajo de parto
Trabajo
de parto prolongado (que dura más de 20 horas)
Un
trabajo de parto que no avanza
Un
bebé con un trastorno genético, como el síndrome de Down
Factores del estilo de vida
Consumo de alcohol: El alcohol que se
consume durante el embarazo pasa directamente al feto a través del cordón
umbilical. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por
sus siglas en inglés) recomiendan que las mujeres eviten las bebidas
alcohólicas durante el embarazo o cuando están tratando de quedar embarazadas. Durante
el embarazo, las mujeres que beben son más propensas a tener un aborto natural
o el nacimiento de un niño muerto. Otros riesgos para el feto incluyen más
probabilidad de tener defectos de nacimiento y el síndrome alcohólico fetal
(FASD por sus siglas en inglés). El FASD es el nombre técnico para el grupo de
trastornos fetales asociados con beber alcohol en exceso durante el embarazo.
Causa rasgos faciales anormales, baja estatura y bajo peso corporal, trastorno
de hiperactividad, discapacidades intelectuales y problemas de visión o audición.
Consumo de cigarrillos: Fumar durante el embarazo
aumenta el riesgo del feto de tener un parto prematuro, determinados defectos de nacimiento y el síndrome de muerte súbita del lactante. El humo
de segunda mano también hace que la mujer y el feto en desarrollo corran más
riesgo de tener problemas de salud.
Condiciones del embarazo
Embarazo múltiple.: Los embarazos de mellizos,
trillizos o más fetos, conocidos como embarazos múltiples, aumentan el riesgo
de los bebés de nacer prematuros (antes de las 37 semanas de gestación). Tener
un bebé después de los 30 años y tomar medicamentos para la fertilidad son
factores que se han asociado con los embarazos múltiples. Tener tres o más
bebés aumenta la probabilidad de que la mujer necesite un parto por cesárea. Es
más probable que los mellizos o trillizos tengan un menor tamaño que los fetos
únicos. Si los bebés de un embarazo múltiple nacen de forma prematura, son más
propensos a tener dificultades respiratorias.
Diabetes gestacional: La diabetes gestacional, también conocida como diabetes mellitus
gestacional (GDM por sus siglas en inglés) o diabetes durante el embarazo, es
la diabetes que se desarrolla por primera vez cuando la mujer está embarazada.
Muchas mujeres pueden tener embarazos saludables si siguen el plan de dieta y
tratamiento indicado por un profesional de la salud para controlar su diabetes.
La diabetes gestacional no controlada aumenta el riesgo de tener un trabajo de
parto y un parto prematuros, preeclampsia y presión arterial alta.
Preeclampsia y eclampsia: La
preeclampsia es un síndrome marcado por un aumento súbito de la presión
arterial en una mujer embarazada después de las 20 semanas de embarazo. Puede
afectar los riñones, el hígado y el cerebro de la madre. Si no se trata, la
enfermedad puede ser mortal para la madre y/o el feto y causar problemas de
salud a largo plazo. La eclampsia es una forma más grave de preeclampsia,
marcada por convulsiones y coma en la madre.
Bibliografía:
https://espanol.nichd.nih.gov/salud/temas/high-risk/informacion/factores
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